Los mercados perdieron su apetito por el riesgo llegando a final de junio cuando volvieron a subir los casos de covid en el mundo y reaparecieron temores de nuevas cuarentenas. Pero si vamos a tener un resurgimiento de casos sigue siendo un tema controversial entre científicos, para no mencionar a los políticos.
Hay consecuencias económicas significativas debido a la incertidumbre sobre qué hará el gobierno si vuelvan a aumentar los casos: las empresas y los consumidores están reteniendo liquidez en el caso de que tengan que soportar otro período sin ingresos.
La inhabilidad de planificar proyectos futuros deprime la perspectiva económica, haciendo menos llamativo la inversión. La mera amenaza de una segunda ola podría ser tan perjudicial que el aumento de casos en sí, visto desde el punto de vista económico.
¿Estamos en una segunda ola?
El aumento reciente en casos globales tiene distintas interpretaciones dependiendo del lugar. En Europa y China, un aumento de casos podría interpretarse como una segunda ola. Pero para países como Brasil e India, símplemente sigue el aumento de casos desde el inicio. Entonces hay países como EEUU que vió una cima en mayo, una reducción, y volvieron a aumentar. Como lo caracterizó el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, EEUU no estaba experimentando una segunda ola, más bien una continuación de la primera.
En términos globales, sin embargo, un vistazo a un gráfico de los casos muestra que si bien hubo un leve aplanamiento de la curva en mayo, ha seguido en aumento. No se puede tener una segunda ola hasta que haya acabado la primera, y no hemos encontrado una cima en los casos globales aún.
Entonces, ¿por qué tanto se habla de una segunda ola?
Muchos analistas se refieren a pandemias anteriores, en particular el Gripe de 1918. Hubo un aumento de casos iniciales en la primavera, pero la mayoría de los casos se vieron a contar de septiembre. Hubo un padrón similar con la Fiebre Asiática de 1968.
Pero en el 1918 y 1968 no había el nivel de globalización, in regulación de temperatura en espacios como hogares y centros de venta. El gripe, como coronavirus, se transmite en espacios cerrados. Las altas temperaturas de verano ahora motiva a la gente estar puertas adentro para disfrutar del aire acondicionado. Puede ser que no hay que esperar al término verano para ver una segunda ola.
Las implicancias económicas
Dentro de la comunidad científica han aumentado los cuestionamientos a la utilidad de las cuarentenas. No obstante, siguen siendo apoyadas por la población, con un 83% de los ingleses dispuestos a volver a en cuarentena si aumentaran los casos, según una encuesta de Sky news.
En la fase inicial, dada la incertidumbre sobre el virus, su modo de transmisión y la falta de equipos de protección, las cuarentenas tenían sentido para que no se vea sobrepasado el sistema hospitalario.
Pero la mortalidad parece ser una fracción de lo originalmente temido (según estimaciones del CDC la mortalidad infecciosa es del 0.26%), ha aumentado la producción de equipos de protección, ya hay algunos tratamientos que ayudan enfrentar a la enfermedad, y ha aumentado la capacidad de los hospitales. Los políticos podrían decidir que el costo económico de una segunda ronda de cuarentenas podría no ser justificable
Las cifras
Aún en el peor caso de una segunda ronda cuarentenas, la OCDE no prevé una duplicación del impacto negativo. En su último estudio, pronostican que la economía caerá -6,0% este año si seguimos una recuperación en forma de V. Si hay una segunda ola, entonces hay una recuperación en W, se pronostica una contracción de -7,6%. Donde es más notorio el efecto es el próximo año, con el escenario de una sola ola generando crecimiento de 5,2%, pero si hay una segunda lola, es de solo 2,8%.
Cuando hay cuarentena, igual sigue operando una porción sustancial de la economía como servicios esenciales. Mientras más se mantiene la cuarentena, más servicios pasan a ser esenciales. Se puede pasar unas semanas sin comprar ropa, por ejemplo, pero no varios meses. Una segunda ola, si se produce, será muy distinta a la primera.
