Ha habido bastante discusión en los medios sobre el incremento de los casos de covid en Australia, que ha levantado el espejismo de más restricciones al movimiento.
Llevó a la suspensión de vuelos entre Melbourne y Auckland en medio de negociaciones para formar un corredor para viajes sobre el Mar de Tasmania. En paralelo, cayó el apetito por el riesgo.
Pero, mirando más de cerca, se aprecia que más del 80% de los nuevos casos se concentran en el estado de Victoria. De hecho, hay un solo otro estado (New South Wales) que reporta casos.
De seguro un foco infeccioso es preocupante pues puede expandir, pero Australia en general sigue libre de casos covid, especialmente en sus regiones más grandes y relevantes para el comercio. Más aún, la mayoría de los casos tienen origen en el extranjero.
Cómo reactivar el comercio
Esa última parte es de preocupación para el sector minorista se Australia, y puede poner presión sobre el AUD. Si el gobierno teme contagio de visitas desde el extranjero, entonces los viajes desde el exterior probablemente se mantengan. El turismo extranjero representa menos del 1% del PIB, pero personas desde el extranjero que viajan por otras razones(en particular desde China) representan una parte sustancial del mercado minorista.
Estudiantes extranjeros contribuyen más de US$37 mil millones a la economía en aranceles; hay distritos de compras en Sydney y Melbourne que se dedican principalmente a compradores viajeros. Mientras las restricciones de viaje se mantienen, hay una cantidad sustancial de gasto que se resta de la economía, suficiente para potencialmente debilitar al AUD.
La inflación
En su más reciente informe de política monetaria, el RBA hizo hincapié en la dificultad de hacer pronósticos especialmente a contar de junio. Pronostican la variación en el IPC en un rango entre -1,0% y 2,1% este año.
Pero, presumiblemente, la demanda del consumidor tiene que aumentar para empujar al alza a los precios. Aún no contamos con las cifras del 2T para ahorro personal, pero ya en el 1T (en medio de la pandemia) hubo un aumento significativo en el ahorro, y una baja en el gasto de consumo.
Con la economía en problemas y la inflación a la baja, el RBA podría verse tentado a relajar más la política. Más inversionistas podrían apostar un futuro recorte en la tasa. Ante eso, las ventas de minoristas nos podrían dar un anticipo si eso ocurrirá.
Qué es lo que estamos buscando
Se prevé que las ventas minoristas de junio anoten un alza de 16,3%, que sería lo mismo que se informó el mes pasado. La última vez, la cifra decepcionó, al marcar menos de la mitad de lo que habían pronosticado los analistas.
Las ventas minoristas han tenido altibajos históricos últimamente, subiendo ante las compras de pánico cuando la gente veía que se aproximaban las cuarentenas, luego cayendo con el cierre de locales en abril. El alza de mayo borró todo lo perdido en el mes anterior. Podría ser que de nuevo los analistas hayan sobreestimado las ventas minoristas, y vuelvan a un rango más normal.
