Hay un fenómeno curioso en las bolsas mundiales que está preocupando a muchos inversionistas. Es más pronunciado en EEUU, probablemente porque la Fed ha sido uno de los bancos centrales más agresivos.
Lo que pasa es que suben las bolas, pero la mayoría de las acciones tienden a la baja. Trae recuerdos del 2007, justo antes del inicio de la crisis subprime que generó la última recesión orgánica.
¿De qué se trata?
La cuestión es lo que se llama “amplitud”, refiriéndose a la cantidad de acciones que participan en el movimiento del mercado. Si el mercado sube, por ejemplo, y las acciones de muchas empresas están al alza, entonces se entiende que es un alza “amplia”. Por otro lado, si son pocas las acciones que participan, entonces los analistas temen por la falta de “amplitud” en el mercado.
La implicancia es que si pocas acciones suben, y la mayoría bajan, entonces la dirección hacia arriba es una excepción. El mercado podría pronto girar a la baja. Eso ocurre en EEUU en este momento, con las grandes empresas tecnológicas subiendo rápidamente. Algunas empresas, como Meta y Nvidia han duplicado el precio de sus acciones en estos meses. Microsoft y Google han subido más de 50% en el mismo período. Mientras tanto, más del 60% de las acciones en el S&P 500 cotizan bajo el promedio móvil 200, una indicación de que están presionados a la baja.
Señales de debilidad
Aparentemente, todos están comprando unas pocas empresas grandes que tienen un impacto sobredimensionado en el mercado. Las siete empresas tecnológicas más grandes del Nasdaq, por ejemplo, concentran más de un cuarto de la ponderación del índice. El súbito alza en estas empresas ha arrastrado al índice, a pesar de que la mayoría de las empresas están en cifras rojas.
Gran parte de estas ganancias se deben a un fenómeno único: inteligencia artificial generativa. El alza en Nvidia y Microsoft se debe principalmente a ChatGPT. La necesidad de más procesamiento de datos y hosting ha ayudado a las empresas que proveen soluciones en la nube. Pero esta es una nueva tecnología, y no hay seguridad de cómo se va a desarrollar. Ya algunas analistas lo están comparando con la burbuja del puntocom, que precipitó una crisis en el 2001.
Entonces, ¿cómo esto afecta al forex?
Una encuesta reciente de los traders muestra que más del 17% de ellos tienen una postura de venta en el S&P 500. Es decir, apuestan que bajará, en vista de la recesión que se espera para el resto del año en EEUU. Esta es la cantidad más alta de posturas a la venta en este índice desde septiembre del 2007.
Cuando los traders piensan que la bolsa bajará, buscan refugio entre los bonos. Típicamente, esto hace bajar los rendimientos, mientras el dólar se fortalece. Pero, en los próximos meses, el Tesoro estadounidense tendrá que emitir más de US$1,5 billones de deuda. Aún si los inversionistas compran todos los bonos que pueden, una emisión a esa escala empuja los rendimientos al alza, junto con el dólar. A no ser que se “amplíe” el alza en el mercado, podría seguir habiendo apoyo para el billete verde en el corto plazo.
