Durante el transcurso del jueves y viernes, la zona Euro dará a conocer una serie de cifras sobre el IPC. Lógicamente podría tener un efecto importante en el euro, ya que el BCE sigue con un intenso debate sobre la futura trayectoria de las tasas. La volatilidad puede incrementar debido a que las cifras se dan a conocer por partes.
Se da dentro del contexto en que otros bancos centrales están forzados a ajustar su política más de lo esperado ante la inflación alta. Este mes, el RBA y BOC retornaron a los alzas por sorpresa de los mercados. La inflación en Gran Bretaña forzó a l BOE a hacer un alza doble la semana pasada. Los inversionistas estarán fijándose de cerca qué implicancias tendrán el cambio en los precios en la zona Euro para ver si el fenómeno se repite en Europa.
Marcando la pauta
Se entiende que el BCE volverá a subir las tasas en julio. Dónde está el debate es si habrá otra alza en septiembre. Si la inflación es más de lo esperado, podría inclinar la balanza hacia otro alza después de julio, o incluso la posibilidad de un alza doble en la próxima reunión. Pero si la inflación es inferior a los pronósticos, los miembros de la periferia podrían por fin lograr más apoyo para iniciar una pausa a contar de septiembre.
El asunto para los mercados es que la información sale por partes, siendo Alemania la primera en publicar su medición preliminar el jueves. Si las demás cifras están en órden con la economía más grande de Europa, entonces el jueves tendrá la reacción del mercado. Pero si hay discrepancias entre los países grandes (Francia da su versión el viernes, una horas antes de la cifra para toda la zona Euro), la volatilidad podría extenderse por un período más largo.
En qué hay que fijarse
Sigue habiendo un debate interno en el BCE sobre cuánto énfasis se debe poner sobre la cifra subyacente. Típicamente, los bancos centrales no toman en cuenta la cifra general, como tiende a variar mucho. En el caso europeo en particular, la cifra general está siendo impulsada principalmente por las consecuencias de la guerra en Ucrania, haciendo subir el precio de la energía y alimentos.
A nivel de países, sólamente se da a conocer la cifra general en la fase preliminar, dando menos información para los mercados. Esto puede llevar a una reacción un poco confusa, ya que los inversionistas tratan de dilucidar cuánto esta información parcial afecta el BCE, y qué podría indicar para la medición subyacente, que se publica el viernes.
A qué apuntan los datos
Se espera una aceleración en la inflación general de Alemania hasta 6,4% desde el 6,1% anterior. Pero esto podría ser contrarrestado el día siguiente con la inflación general de Francia que está pronosticado a marcar una desaceleración hasta 4,7% desde 5,1% anterior. La discrepancia se entiende como resultado de la variación en el precio de la energía entre los dos países.
El IPC preliminar de la zona Euro está previsto a moderar hasta 5,6% desde el 6,1% anterior. Pero la razón subyacente está prevista a subir hasta 5,4% desde el 5,3% anterior, dejando al BCE en una posición más similar al BOE y BOC que la Fed (que recientemente dió una pausa). Seguramente volverá a prender el debate entre quienes buscan más énfasis en la cifra global que la subyacente, si bien por ahora los que están a favor de más ajuste parecen estar en la mayoría.
