Uno de los rasgos del oro que lo hace atractivo como inversión es que mantiene su valor, particularmente en tiempos de crisis. Ha sido así hace miles de años, y probablemente seguirá siendo así a pesar de la llegada de las criptomonedas. De la sensación que comprar oro antes de una recesión es una buena idea, pero como todo en los mercados, la realidad es un poco más compleja.
Hay buenas razones para invertir en oro durante períodos de incertidumbre económica, y es recomendación frecuente de los consejeros financieros tener una reserva en metales preciosos. Pero la situación para los traders es distinta. La pregunta de, ¿es bueno tener un poco de oro guardado para eventualidades? No es lo mismo que ¿qué tal si compro oro en este momento para ganar plata en los próximos meses?
¿Qué tan preocupante es la recesión?
Primero, hay que aclarar que los traders típicamente no compran oro físico. Es mucho mejor aprovechar el apalancamiento debido a la estabilidad relativa del oro, incluyendo derivados como los cada vez más populares CFS. Ellos dependen del precio del oro en bolsa, que es ideal para transar porque maximiza la liquidez. Pero también maximiza el riesgo, que es todo lo contrario a la razón de seguridad para comprar oro.
Desde luego, si hay una crisis dantesca que deja al mundo en apocalipsis, tener oro físico sería bien útil. Pero no es una realidad probable que nos sirva a los traders. Lo que queremos saber es si el precio del oro subirá o bajará al entrar en una recesión, y qué pasa después.
Aprovechando la caída
Mirando a la historia, hay una correlación inversa entre el oro y la economía. Eso quiere decir que cuando cae la economía, sube el oro y vice versa. Pero hay algunas condiciones. El oro tiende a subir antes que la inflación, y bajar cuando se cree que la inflación será controlada. Y una recesión es una forma de bajar la inflación.
La incertidumbre en el mercado incrementa el valor del dólar, lo que pesa sobre el oro. Una pérdida en el apetito por el riesgo no ayuda tanto al oro porque la divisa en que se cotiza también sube. Pero una recesión no es un período de incertidumbre, es cuando el mercado ya sabe que las cosas van mal. Y es entonces cuando típicamente empieza a subir el oro.
No todas las recesiones son iguales
Típicamente las recesiones ocurren luego de un período de crecimiento. Pero la situación actual es un poco diferente, ya que se espera una recesión luego de la recuperación post-pandemia impulsada por un gasto extraordinario. De hecho, la recesión se cree ser precisamente por la política monetaria tratando de reducir ese “dinero extra”. No es una situación que se ha visto en décadas, entonces el comportamiento más reciente del mercado podría no ser la mejor guía para predecir qué viene en estos meses.
Lo usual al comienzo de una recesión es que haya una crisis de liquidez en los mercados. Eso lleva a que los bancos centrales reduzcan las tasas lo que debilita a la divisa. Pero con la inflación triplicando la tasa meta, puede que los bancos centrales sean reacios a proveer liquidez, implicando una recesión más prolongada con un dólar más fuerte. Podría impedir la dinámica normal de un alza en el oro durante el inicio de una recesión.
