Mientras el enfoque global ha estado en los horrores de la guerra de Ucrania, algunas de las posibles consecuencias económicas han pasado desapercibidas. Una de ellas es el precio del trigo, que capta la atención de los especialistas. Hay algunas buenas razones para prestar atención a este tema.
Consecuencias globales
El precio del trigo ha alcanzado máximos históricos. De mayor importancia inmediata, duplicaron los niveles del 2013. Podría ser clave para las relaciones globales, pues fue el alto costo en trigo que provocó descontento en el norte de Africa y el Medio Oriente. Varios analistas indican que fue uno de los elementos que provocaron la Primavera Arabe, que llevó a revoluciones guerras civiles que permanecen hasta el día de hoy.
Ucrania no es solo uno de los mayores productores de trigo, sino de otros cereales como el maíz. Al margen de su uso comestible para humanos, también son importantes para el ganado. Más que Ucrania, Rusia es el segundo mayor productor de cereales del mundo. Al aplicar sanciones a nivel global, puede resultar restringido un componente importante de la alimentación global.
En qué hay que fijarse
Los precios del trigo estuvieron al alza durante meses antes de la invasión de Ucrania, y se aproximaban a los niveles del 2013. La guerra tomó una situación estresante y lo llevó a una crisis. Los precios altos en el gas natural y la reducción en la producción del fosfato en China han impulsado los precios de los fertilizantes a nuevos máximos. El abono y el combustible son los costos principales para los agricultores, y si siguen estando a precios máximos, ese costo tendrá que traspasarse a los consumidores.
Agrega a ello la amenaza de una interrupción en las cosechas de Ucrania, la especulación ha estado impulsando el precio al alza. Pero hay algo de optimismo. El trigo se siembra el otoño anterior, lo que significa que no hay una amenaza inmediata de que que no se podrá sembrar si la guerra sigue hasta la primavera. La cosecha debería empezar en julio, y si es entonces si no se ha resuelto la crisis, que podría haber una amenaza a la seguridad en la comida.
Dónde podrían verse los efectos
El mundo desarrollado probablemente pueda absorber los precios más altos, pero podría llevar a un incremento en el descontento social en países más pobres. Pero aún así en los países más ricos, el incremento del precio podría llevar a mayor inflación, sin importar qué hagan los bancos centrales.
El conflicto actual está presionado a los dos elementos más volátiles de la inflación: el combustible y los alimentos.
