Normalmente, al aproximarse a fin de año, la actividad inmobiliaria en EEUU baja. Es normal para la temporada que haya menos ventas, construcción e incluso bajen los precios. Hay varias razones, desde más interés por las fiestas hasta que en algunos lugares la tierra se congela, haciendo difícil para no decir imposible construir.
También, la Fed está reduciendo sus compras de activos hipotecarios, y se esperan tres alzas en las tasas el próximo año, implicando un aumento en el costo del crédito. Hay varias razones para pensar que el mercado inmobiliario iría a la baja.
Qué ha estado pasando
Sin embargo, la última encuesta Redfin indica que lejos de bajar, la actividad va en aumento.
Noviembre fue el 16 mes consecutivo con precios más altos por dobles dígitos. Eso a pesar de que la tasa hipotecaria promedio de 30 años, la referente para el costo de crédito para comprar una casa, ha aumentado. Y continúa al alza luego de tocar fondo a mediados de año.
¿Podría ser que los compradores buscan adelantarse antes del alza de tasas el próximo año? Sería un indicativo de una atención inusual en la política monetaria.
También hay que considerar que la gente no tiene tanta flexibilidad en cuanto a cuándo comprar una casa. Lo que hace preguntar qué apuntala este mercado que es tan vital para los precios de commodities.
Sólo sube
Mientras suben los precios, baja el inventario. En Noviembre, la cantidad de casas disponibles a la venta bajó un 18%, un mínimo histórico.
El plazo entre firmar el contrato y para cuando se empieza a construir la casa bajó a tan solo 22 días. No es un mínimo histórico, pero está cerca y la tendencia va para allá.
¿De dónde viene la demanda?
Por décadas, la cantidad de gente que se traslada a otro estado ha estado a la baja, y el año pasado fue otro mínimo histórico. Menos personas se cambian de casa fuera de la ciudad, también. Mientras tanto, la Asociación Nacional de Corredoras indicaron que la cantidad de segundas viviendas aumentó en 1,7 puntos porcentuales.
La diferencia en precios
Mientras la inflación subió un 6,8% anual, el precio medio de la vivienda subió un 15%. Claramente una forma de evitar el deterioro producto de la inflación, asumiendo que no colapsen los precios, como fue hace un poco más de una década.
Algunos analistas comentan sobre las similitudes de los precios de vivienda ahora con el año 2006.
Pero también hubo un evento más reciente, antes de la pandemia. Mientras la Fed por fín llegó a subir las tasas, hubo una preocupación por el impacto que podría tener en el mercado inmobiliario. Entonces hubo una corrección en la bolsa a finales del 2018, llevando a un cambio en la política de la Fed.
¿Se repetirá la historia el próximo año?
Mañana se prevé que las ventas de casas existentes de noviembre sean 6,54 millones, un alza de 2,7% sobre los 6,34 millones de octubre (cuando subieron un 0,8%). Quizá sería bueno tener presente ese alza estacionalmente inusual.
