El martes se dio el vamos a temporada de informes corporativos del segundo trimestre con tres grandes bancos estadounidenses (JPMorgan, Wells Fargo y Citigroup).
Todos reportaron caídas notorias en sus ingresos en comparación con el año pasado, que no es tan sorprendente en general pues la mayoría de las empresas fueron impactadas por covid. Pero los bancos en particular tendrán dificultades especiales, y podría persistir así por un tiempo prolongados.
Los bancos estadounidenses informan al principio de la temporada, pero se espera que los otros bancos mundiales vean resultados similares. Incluso hay más preocupación por los bancos europeos, que ya estaban bajo presión antes del inicio de la pandemia.
¿Por qué los bancos?
Ya que los bancos fueron considerado mayoritariamente un servicio esencial, y el sector financiero es uno de los más fáciles de hacer desde la casa, podría no ser tan evidente al principio por qué los bancos sufren tanto por covid. Es que tienen un modelo de negocios en particular que los deja vulnerables a un doble golpe que arrastra a la baja sus ganancias futuras:
Provisiones
Los bancos tienen que tener en cuenta los créditos que no se devolverán. Para ello, aprovisionan un cierto monto en cada período para poder hacer frente a las pérdidas que se producirán cuando la gente no puede pagar sus préstamos. Es necesario para mantener sus ratios de reserva dentro de los límites legales, y para tener suficiente capital para sus clientes.
Con la pandemia, puede incrementarse mucho la cantidad de prestamistas que no podrán pagar la totalidad o una parte de sus préstamos, entonces los bancos están haciendo provisiones históricas. Los tres bancos antes mencionado dejaron de lado un total de US$28 mil millones, que no será contando para sus ganancias.
Las tasas bajas
Cuando los bancos centrales bajan la tasa de referencia, la idea es que sea traspasada al público general. La primera implicancia de eso es que los bancos tienen que bajar las tasas que cobran a sus clientes. Los bancos generan utilidades al cobrar a sus clientes una tasa más alta que la tasa interbancaria. Al caer las tasas, la diferencia que pueden cobrar se comprime, y tienen menores ingresos.
Lo segundo es que al pagar tasas más bajas sobre los depósitos, la gente no se interesa tanto en dejar su dinero en los bancos. Sin depósitos, los bancos tienen menos fondos disponibles para reservas necesarias para emitir créditos, que también comprime su potencial de utilidades. A veces los bancos tratan de compensar eso con aumentar los cobros por comisiones.
El largo camino por delante
Para empeorar las cosas, muchos bancos centrales están poniendo límites sobre cuánto pueden los bancos devolver a sus inversionistas a través de recompras de acciones o dividendos. Sin un incremento de valor orgánico por utilidades, y límites de estímulo al precio de las acciones, es probable que las acciones de los bancos estén deprimidos por un tiempo extenso.
